Detecta tus hábitos: Por qué es Importante No Posponer

La tendencia a posponer responsabilidades, aprendizajes o tareas es algo que la mayoría de nosotros hemos hecho en algún momento. En una revisión de nuestros hábitos podemos evaluar sus efectos en una vida que deseamos sea productiva. Cuando nos enfrentamos a una tarea desafiante en el trabajo o la preparación para introducirnos en un proyecto importante o incluso ¿no te pasa? Simplemente para hacer las tareas del hogar a menudo nos encontramos aplazando, lo hacemos hasta en las cosas más sencillas de terminar. Sin embargo, lo que puede parecer una elección inofensiva en el momento, puede tener un impacto profundo en nuestras vidas y objetivos a largo plazo.

La procrastinación, como hemos escuchado comúnmente, puede tener consecuencias negativas en diversos aspectos de nuestra vida. Incluiremos el ámbito profesional y el personal. El hábito de posponer puede afectarnos en la productividad, nuestra autoestima e incluso la salud mental. En el trabajo, puede arrastrarnos a tener proyectos incompletos, frágiles o mal fundamentados. En general puede acarrearnos un estrés innecesario y una triste pérdida de oportunidades. A nivel personal, también tenemos evaluaciones visibles, por ejemplo, cuando posponemos tareas podemos acarrear estrés por la acumulación de responsabilidades, causando una abrumadora sensación de estar constantemente detrás de la agenda. Como buscando el tiempo de recuperación. Puesto que las tareas no desaparecen, seguramente nos están esperando al final de las horas del día.

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¿Por qué caemos en este patrón de procrastinación?

Profundicemos en las diversas razones que viven detrás de este comportamiento. Podríamos buscar evitar las tareas difíciles o desafiantes por temor al fracaso o la incomodidad. Es ese temor de salirnos de nuestra zona de confort. También puede ser una cuestión de falta de motivación o quizás no queremos enfocarnos en esa tarea en específico. A veces hacemos un severo juicio de nosotros mismos y consideramos que no somos buenos para determinados temas. Así, desde el inicio retrasamos ese pesado encuentro.  Por otra parte, las distracciones como las redes sociales y el entretenimiento en línea pueden jugar un importante papel en nuestra tendencia a posponer.

Superar la procrastinación es fundamental para lograr una vida más productiva y exitosa.

Aquí hay algunas estrategias efectivas para combatir este hábito:

1. Establece metas: Define objetivos claros y específicos puede aumentar tu motivación para realizar tareas. Divide las grandes tareas en pequeños pasos alcanzables. Podrías hacer que parezcan menos abrumadoras.
2. Crea un plan: Si desarrollas un plan de acción a detalle puedes completar las tareas paulatinamente, diseñando un camino hacia la finalización. Si marcas las prioridades y les asignas tiempos definidos para cada una puedes contribuir a eliminar la procrastinación.
3. Evita las distracciones: Obsérvate a ti mismo, preg{úntate en qué usas tus horas. Considera todas las actividades que realizas, identifica y minimiza las distracciones. Recuerda apagar las notificaciones del teléfono o bloquear sitios web no relacionados con tu trabajo. Con esta actividad puedes aumentar tu concentración y crecer la productividad.
4. Practicar la autorregulación: Vivimos en una gama de emociones, aprender a manejarlas, así como a los impulsos, puede ser de gran utilidad. Vivir en un control de las emociones evita tener cerca a la tentación de posponer. La autorregulación te permite tomar decisiones conscientes en lugar de ceder a la gratificación instantánea.
5. Utilizar técnicas de gestión del tiempo: La Técnica Pomodoro, fue popularizada en la década de los 80 por el italiano Franceso Cirillo. Él se dio cuenta que podía estudiar mejor en lapsos de 10 minutos y descansar. Para contarlos utilizaba un temporizador de la cocina que tenía forma de tomate, de ahí su nombre. Puede funcionarte trabajar en intervalos específicos y luego descansar.
6. Prémiate: Establece para ti las recompensas que te agradan después de completar tus tareas. Inclusive puedes darte un incentivo efectivo al haber evitado posponer. Las pequeñas recompensas aumentan la sensación de logro.

Evitar la procrastinación es básico para maximizar la productividad y sobre todo, para alcanzar nuestros objetivos.