¿Cómo ser una mujer y tener una exitosa carrera profesional? Es una pregunta difícil de responder y, sobre todo, de llevarlo a la práctica. Por invitación de Emeritus, mujeres líderes del mundo corporativo nos cuentan los malabares que tienen que hacer para conciliar ambas facetas. ¡Es sorprendentemente interesante!
Cuando Andrea Mansano participó en el Foro de la Mujer 2019, en México, se dio cuenta de que, en el mundo corporativo, imperaba el déficit de mujeres líderes. Y es que, en ese entonces, solo 6% de los puestos de liderazgo o de nivel C, de las empresas a nivel mundial, estaban ocupados por mujeres.
Al regresar a Brasil, Andrea se reunió con ocho amigas que ocupaban puestos en nivel C en diferentes compañías y formó un grupo llamado EVA Bussines Group, cuyo principal objetivo es fortalecer la presencia de la mujer en la economía, en las mesas de negociación, en los puestos directivos, y potenciar su carrera profesional. Actualmente, el grupo tiene más de 500 mujeres de nivel C, la mayor parte en Brasil, y está formando una nueva generación mediante mentorías a las más jóvenes.
Como fundadora y presidenta de EVA, Mansano es una apasionada de este tipo de iniciativas que busca impulsar a las mujeres directivas. Y en su papel de CEO de Emeritus LATAM convocó, en el marco del Mes de la Mujer, a un grupo de ejecutivas externas a nuestra organización para que compartieran con Emeritus su experiencia y los retos que enfrentan para lograr balancear su vida personal y familiar con su rol corporativo. ¡Comencemos!
Muna Hammad: Human Resources, Sustainability, D&I & Internal Communication Director, LATAM – Meliá Hotels, São Paulo, Brasil
Muna es, precisamente, una de las integrantes del grupo EVA. Nacida en Servia, pero formada en Brasil, su reto personal fue que, como hija de padres divorciados, quería ser independiente y no vivir a cuenta de un hombre. Ella padecía de obesidad y, para ser aceptada por sus compañeros académicos, siempre buscó ser una alumna destacada.
Con el plan de trabar en el mercado financiero, estudió economía. No obstante, a punto de graduarse de la universidad, quedó embarazada del gran amor de su vida. “Estudiar y tener un hijo al mismo tiempo fue uno de los más grandes retos que he vivido porque tuve que cambiar por completo mi enfoque”, comentó.
En el mundo corporativo, el hecho de ser mujer, madre, y padecer obesidad, no le ayudaba a su carrera. Aun así, trabajaba más horas que sus compañeras para lograr un reconocimiento. A cambio, recibía comentarios como este: “Eres excelente, ni siquiera parece que seas mujer, por tanto que trabajas”.
Marcada por una discriminación que dejaba traumas y cicatrices, se refugió en el estudio de temas de diversidad e inclusión. Y, desde entonces, los ha tratado de inocular a la cultura organizacional de las empresas, empezando por la suya, que pertenece a la rama de la hospitalidad. “No ha sido fácil. Son muchos los desafíos que he tenido que enfrentar buscando un cambio cultural, así como desarrollar una mayor inclusión en el entorno de la organización”, admitió.
Alinne Rosa: HR Group Vice-President for Americas – Reed Exhibitions, Connecticut, EE.UU.
Nacida en una familia donde la madre tenía un título profesional, así como un mejor puesto e ingresos que el marido, a Alinne la marcó la actitud machista de su padre, que convenció a su mujer para que abandonara el trabajo y se quedara en casa cuidando a los hijos. “Yo, observaba eso y, desde los siete años, decidí que jamás haría algo así y que siempre trabajaría por mí”, recordó.
Ese ideal lo empezó a poner en práctica a los 19 años, cuando sus padres se divorciaron, Alinne entró a trabajar en una consultoría. Ahí tuvo como mentoras a mujeres fuertes y también a hombres que apoyaban la inclusión y la diversidad. “Pero los mejores líderes que conocí al comienzo de mi carrera –aclara- no eran brasileños, sino alemanes y británicos.”
Alinne siguió escalando en su profesión, primero como gerente de recursos humanos y, después, como directora de esa área. Pero, el gran sueño de su vida era tener hijos y, al mismo tiempo, sostener su carrera.
Materializó ese sueño a los ocho años de casada, tras practicarse un tratamiento de fertilidad. “Tuve gemelos y fue una bendición que, en los cuatro meses que estuve incapacitada, mi equipo solo me llamó dos veces porque estaba muy bien preparado para tomar sus propias decisiones”, aseguró.
Al cambiarse de empresa, asumió el reto de construir una cultura y adoptar una mentalidad de inclusión en el trabajo, tanto para el hombre como para la mujer. El presidente de la compañía la apoyó y, así, comenzó a trabajar con Brasil, con el resto de LATAM y, después, en Estados Unidos, donde le ofrecieron mudarse durante la pandemia. Su esposo, que tenía un puesto sénior en una empresa farmacéutica, aceptó el cambio como una decisión que beneficiaría a toda la familia.
Ahora, a cinco meses de la mudanza, el esposo de Alinne está en espera de su permiso para trabajar, pero también cuida de los hijos. “Estamos felices como familia; para mí esto es una experiencia de la mujer junto con el hombre”, manifestó.
Por esa grata vivencia, la directiva brasileña está segura de que el primer valor en su vida es la familia y el segundo el trabajo. “Nunca voy a renunciar a esto”, refrendó.
Paola Kiwi: President – Tupperware Brands, Brasil
Paola comparte con Alinne el mismo orden de prioridades en su vida. También tiene en común con ella el acompañamiento de un excelente esposo. “Es un gran compañero que tiene fortalezas que yo no tengo, y que siempre me apoya para tener un mejor día con día, ayudando a otras personas”, aseguró.
Nacida en Chile, donde el papel de la mujer es cuidar de la casa y de los hijos, Paola salió de su país natal y ha vivido en Brasil por 20 años, un país donde se dice, todas las mujeres tienen oportunidades. De hecho, ahí ha labrado una sólida y ascendente carrera en Tupperware, empresa integrada por fuertes equipos de mujeres y en la cual, se plantea un franco apoyo para su desarrollo.
De la cultura chilena, en cambio, recuerda el estigma sobre las mujeres dedicadas al área contable, como ella lo hizo inicialmente, quienes supuestamente no pueden casarse porque es una carrera demandante que exige horas y horas de entrega. Sin embargo, Paola rompió ese mito, hace 13 años, contrajo matrimonio con una persona que también supo impulsar su carrera.
Muy rápidamente, de finanzas transitó a ventas y, dentro de esa área, creció, muy de cerca de los negocios, lo que la llevó a su actual puesto de liderazgo. Se autodescribe como una persona fuerte, intensa, y que cree que el movimiento, genera más movimiento. Su filosofía es que, “seamos mujeres u hombres, como líderes, debemos crear un ambiente donde la gente se sienta cómoda al hablar, que pueda expresar sus opiniones, abrir un espacio en el que sea posible creer en sí mismos y continuar creciendo”.
Thais Grossi: Chief Operating Officer – Enchanted Rock LTD, Houston, EE.UU.
Nacida y crecida en Brasil, Thais admite que tuvo una infancia con fuertes dificultades financieras. Su madre se divorció muy joven, apenas tenía 21 años, de un marido que no le permitió trabajar. Por esa misma razón, este tema se convirtió en el eje de su vida y aconsejó a Thais, su hija, a que, antes que nada, debía “casarse” con su carrera, para no repetir la misma historia, palabras que impulsaron a Thais para ser una persona independiente.
Tras realizar sus pininos laborales como becaria en una empresa de gas y petróleo, y con el sueño de estudiar y realizar una carrera diplomática, Thais se topó con la oportunidad de ir a trabajar a una empresa de Estados Unidos, en el área contable. Ahí se percató que era la empleada que tenía el sueldo más bajo de la compañía, por lo que decidió subir. “Quería ser mejor, recibir más, estar en una posición de liderazgo, donde pudiera ayudar a desarrollar a otros”, expresó.
Aunque ya trabajaba 50 horas por semana, se propuso ayudar a los compañeros a desarrollar proyectos para buscar un ascenso. Lo logró, pero cada peldaño era más difícil, terminando en la gestión de proyectos manejados desde Texas en países sumamente burocráticos. “Ser brasileña me ayudó, porque si una mujer puede hacer negocios en Brasil, puede hacerlos en cualquier lugar”, aseveró.
En 2016, salió de esa empresa para ingresar a una start up, donde desde hace cinco años ocupa el puesto de CEO. Cuenta que una de sus primeras responsabilidades en ese cargo fue revisar todos los procedimientos y las políticas, lo que le permitió darse cuenta de que la empresa tenía una política de ausencia por maternidad de seis semanas, pero sin pago. Ella no tenía el plan de tener hijos, pero esa política le pareció equivocada, por lo que la modificó. “Luego tuve dos hijos y fui la primera mujer en usar esa política de maternidad”, reveló.
En la actualidad, confiesa que disfruta mucho de ser madre, aunque su función como directiva le implique nuevos retos todo el tiempo. Revela que la clave para encontrar esa feliz intersección es su esposo. “Es increíble, yo no podría ser ejecutiva si no tuviera ese soporte. Es alguien que apoya más que el hombre promedio; mi padre jamás lo hizo y tampoco otros hombres que conocí en el pasado”, concluye con evidente satisfacción.
La integración y la conciliación de una vida personal con una vida profesional no es algo inalcanzable. Tú puedes aprender cómo manejar esta ecuación cursando alguno de nuestros programas de liderazgo.