Inteligencia emocional ¿Cómo ayuda en el lugar de trabajo?

La inteligencia emocional ya no es una cualidad conveniente para los profesionales. Se está convirtiendo cada vez más en un imperativo en el contexto del rendimiento y el comportamiento en el lugar de trabajo. Se ha descubierto que una mayor inteligencia emocional hace que los empleados sean fiables y capaces de navegar por los conflictos en el lugar de trabajo. Además, según The Guardian las personas con mayor inteligencia emocional tienen mejores ingresos. Para ayudarte a entender mejor su relevancia, vamos a profundizar: ¿Qué es la inteligencia emocional y por qué es importante en tu vida laboral?

¿Qué es la Inteligencia Emocional?

Es un término acuñado en 1990 por los investigadores John Mayer y Peter Salovey. También tiene relación con el cociente emocional (EQ por las siglas de inglés). Sin embargo, para definir diremos que la inteligencia emocional se refiere a la capacidad de comprender, procesar y gestionar las emociones. Pero también incluye la capacidad de reconocer e influir en las emociones de quienes nos rodean. Es bueno saber que es una capacidad que se puede aprender, y se puede construir identificando las áreas de desarrollo: estos pueden ser cualquiera de los siguientes:

Cuatro componentes principales de la inteligencia emocional

1. Autoconciencia: 

   Núcleo de la inteligencia emocional, la autoconciencia te ayuda a determinar tus fortalezas y debilidades, así como a identificar tus emociones y sus implicaciones conductuales. Como resultado, es fundamental para el éxito en el lugar de trabajo, ya que ayuda a mantener relaciones a largo plazo y agudizar la autopercepción.

2. Autogestión: 

   La capacidad de regular tus emociones en momentos de estrés y mantener una mentalidad positiva se llama autogestión. Te ayuda a responder a situaciones adversas en lugar de reaccionar impulsivamente.

3. Conciencia social: 

   La capacidad de leer el espacio de trabajo es invaluable para un líder y la conciencia social te ayuda a hacer precisamente eso. Si bien la gestión de las emociones es crucial, la comprensión de la dinámica en juego dentro de una organización es igualmente importante. Esto ayuda a la comunicación y promueve la empatía, lo que tiene un impacto positivo tanto en las personas como en los grupos.

4. Gestión de relaciones: 

   Al interactuar con un grupo, ya sea social o profesionalmente, es probable que surjan conflictos de intereses. En tales situaciones, es vital comunicarse con claridad, así como influir y asesorar a tu equipo con las mejores habilidades. Soslayar los conflictos los deja sin resolver, lo que genera agravios reprimidos, energía y tiempo agotados y otras consecuencias negativas a largo plazo.

Ahora que hemos respondido a la pregunta “¿qué es la inteligencia emocional?”, hemos establecido el trasfondo para entender por qué es importante en el lugar de trabajo.

 

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¿Por qué es importante la inteligencia emocional en los negocios?

Si bien el conocimiento de la materia y la experiencia técnica pueden conseguir el trabajo de tus sueños, no garantizan el crecimiento o el éxito a largo plazo. Lo que puede ayudarte a cumplir tu ambición de ser un líder es la inteligencia emocional. Es comúnmente aceptado que la inteligencia emocional es la base de varias habilidades críticas de liderazgo, como la gestión del tiempo, la gestión del estrés, la retroalimentación y la colaboración.

Dado que las emociones preceden al pensamiento en el cerebro humano, tienen el poder de influir en la toma de decisiones y el comportamiento. Por ello, gestionar con éxito las emociones en el trabajo contribuye en gran medida a resolver conflictos. Sin duda además contribuye a fomentar un sentido de colaboración y crear una red de seguridad psicológica dentro de los equipos. Todo esto suma a la motivación para sentirte un mejor líder que tiene capacidad de inspirar a los demás.

A la luz de la creciente competencia en el mercado laboral, este tipo de inteligencia se ha convertido en una habilidad de liderazgo muy codiciada. Una encuesta realizada por TalentSmart mostró que EQ es el predictor más fuerte del éxito en todas las industrias. Por lo tanto, la inteligencia emocional es especialmente relevante para los puestos de liderazgo, ya que son ellos quienes establecen el clima de la organización. Además, un bajo EQ afecta el rendimiento económico, el valor de la marca y su percepción ante todos los públicos.

Signos de baja inteligencia emocional

La inteligencia emocional deficiente se manifiesta de varias maneras. Estos son algunos de los signos más comunes.

1. La necesidad de tener siempre la “razón”

Las personas emocionalmente deficientes parecen entrar en discusiones sobre su necesidad de tener la razón. Ya sea con amigos, familiares o compañeros de trabajo, se enredan en disputas y se niegan a ver la razón desde la perspectiva del otro. Incluso ignoran los hechos para ganar a toda costa y, como era de esperar, lidian mal con las críticas.

2. Ser ajeno a los sentimientos de los demás

Las personas con baja inteligencia emocional a menudo se sienten incómodas al aprender cómo se sienten realmente los demás. Como resultado, permanecen ajenos a su entorno, luchan por no enfrentarse a las emociones de los demás y son propensos a comportamientos inapropiados. Esto es relevante en entornos profesionales, en los que la falta de sensibilidad daña la percepción de los empleadores sobre su líder y la empresa.

3. Pasar la pelota

Un signo marcado de baja inteligencia emocional es la falta de responsabilidad. En lugar de hacerse responsables, su primera reacción es echarle la culpa a otra persona. Esto evasión da como resultado una mala gestión de las relaciones. Si no sabes lo que es la inteligencia emocional, también tiendes a hacerte la víctima y a mostrarte como un incomprendido.

4. Malas habilidades de afrontamiento

Para aquellos con un EQ deficiente, las situaciones cargadas de emociones son una fuente adicional de estrés. Tienen dificultades para comprender sus propias respuestas emocionales y las de los demás, incluso es probable que autosaboteen sus proyectos. Esto agrava aún más la situación y, a menudo, puede conducir a problemas complejos que causan un grave deterioro de la empresa.

Rasgos de alguien con alta Inteligencia Emocional

Además de ser conscientes de sí mismos, autorreguladores y socialmente conscientes, los individuos emocionalmente inteligentes exhiben muchas cualidades admirables.

1. Apertura al cambio

Las personas emocionalmente inteligentes tienen un fuerte sentido de sí mismas que les ayuda a manejar la novedad con facilidad. Buscan con entusiasmo oportunidades de crecimiento y saborean nuevas experiencias que les permitan aprender y evolucionar.

2. Empatía

Las personas con altos niveles de inteligencia emocional muestran empatía y están mejor equipadas para interactuar con personas de diversas perspectivas de la vida. También son buenos para leer señales no verbales y tomar medidas preventivas contra situaciones potencialmente dañinas.

3. Aprendices ansiosos

Las personas emocionalmente inteligentes tienen una curiosidad natural que les ayuda a perseverar a través de nuevas experiencias y desafíos. Están orientados a la acción y no temen admitir su ignorancia, abriendo la oportunidad de llenar los vacíos existentes con nuevo conocimiento y habilidades. Su ego nunca es un obstáculo para el aprendizaje.

4. Asertivo cuando sea necesario

Hay una delgada línea entre la agresión y la afirmación, y nadie entiende esto mejor que las personas emocionalmente inteligentes. Entonces, si bien son expertos en defenderse a sí mismos y establecer límites, también tienen cuidado de mostrar respeto y ser educados.

Cómo desarrollar una alta inteligencia emocional

Cultivar este tipo de inteligencia es un proceso de aprendizaje continuo. Una vez que comprendes qué es la inteligencia emocional y sus componentes, puedes desarrollarla a través de algunos ajustes en tu comportamiento. Asimismo, puedes adoptar estrategias que desarrollen las cuatro habilidades de la inteligencia emocional (autoconciencia, autogestión, conciencia social, gestión de relaciones). Por ejemplo, exponerte a nuevas personas y experiencias y salir de tu zona de confort ayudará a crear una auténtica conciencia social. Reflexionar sobre tus respuestas emocionales e identificar tus desencadenantes aumentará tu autoconciencia. El simple hecho de respirar bien y dormir bien te permitirá autogestionarte mejor. La apertura para recibir e incorporar comentarios constructivos también es una herramienta potente para la gestión de relaciones.

 

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